El golpe de mala suerte de Riise en en el partido de ida convirtió la vuelta en Stamford Bridge en una empresa más que complicada para el Liverpool. Además del resultado cosechado en Anfield, las estadísticas no eran muy favorables para los de Benítez: once partidos de Champions llevaba el Chelsea sin perder en su estadio y ni un solo gol había logrado el "Spanish Liverpool" en el feudo de los "blues". Drogba, Torres y el miedo a perderse la final por acumulación de amonestaciones eran las claves del partido. El premio, la gran final de Moscú.
El partido comenzó con los dos onces de gala sobre el césped, a excepción del lesionado Fabio Aurelio, y con un carrusel de imprecisiones que convirtieron los primeros minutos de partido en un toma y daca por parte de ambos conjuntos por hacerse con el dominio del balón. Entre tanto, llegó el primer destello de calidad de Gerrard, que habilitó con un preciso pase en profundidad a Torres. Cech, muy atento, acertó a despejar el disparo del delantero español. La ocasión de los visitantes sirvió para que el Chelsea pusiese más atención en defensa, hasta ese momento algo descuidada.
Rebasado el cuarto de hora de partido ambos equipos se asentaron definitivamente en el campo dando paso a un fútbol muy táctico. Fue entonces cuando los "blues" gozaron de su primera ocasión clara. Si antes fue Gerrard, ahora le tocó exhibirse a Lampard. El centrocampista local sirvió un perfecto pase a Drogba que le dejó sólo ante Reina, pero el africano cruzó demasiado.
La adelantada línea defensiva del Chelsea redujo los espacios al Liverpool y obligó a los de Benítez a buscar las bandas y la velocidad de sus delanteros como único recurso para acercarse al área de Cech. En esas estaban los visitantes cuando Kalou ganó la espalda a Arbeloa. El disparo del marfileño fue repelido por Reina, que no pudo hacer nada contra el misil lanzado por Drogba tras el rechace.
El panorama se ponía complicado para los "Reds": el marcador en contra, el rival presionando hasta la saciedad y Stamford Bridge convertido en un hervidero. Benítez tenía trabajo para el descanso. Su equipo estaba tocado y no era capaz de encontrar la forma de visitar las inmediaciones del área rival.
El Liverpool se lanza a por la igualada
Sin cambios, bajo un auténtico diluvio y con una ocasión inmejorable para el Liverpool comenzó la segunda mitad. Una jugada ensayada de los de Benítez estuvo cerca de significar el empate pero, una vez más, Cech resultó decisivo al despejar el disparo de Kuyt.
Los de Anfield, conscientes de lo que había en juego, saltaron al césped decididos a lograr el gol del empate lo antes posible mostrando un fútbol más vertical que el del primer tiempo. Mientras tanto, el Chelsea esperaba bien replegado en su zona defensiva y sin renunciar al ataque. Un disparo de Lampard desde la frontal fue atajado sin problemas por Reina, en el que fue el primer intento "blue" tras el descanso.
Tras la oleada ofensiva del Liverpool, las fuerzas se igualaron de nuevo. La posesión del balón era para los "Reds", pero la excelente colocación de los hombres de Avram Grant anulaba cualquier intento de los visitantes.
Un Torres estelar fuerza la prórroga
El partido estaba dormido, el Liverpool sin ideas y el Chelsea esperaba sentenciar a la contra, pero entonces apareció la estrella de los de Anfield: Fernando Torres. El delantero de Fuenlabrada, desaparecido durante gran parte del encuentro, supo resolver a la perfección una excelente jugada individual de Benayoun para igualar la eliminatoria.
Comenzaba entonces un nuevo partido de algo menos de treinta minutos en el que estaba en juego una plaza en la gran final de Moscú. Essien pudo poner por delante al Chelsea tras una rápida jugada individual, pero acabó estrellando el balón en el lateral de la portería de Reina. A pesar de esto, el gol de Torres asustó al Chelsea, que se mostró acogotado hasta el pitido que indicó la llegada de la prórroga.
Locura en el tiempo extra
En los primeros minutos del tiempo añadido el Liverpool gozó de dos ocasiones casi consecutivas para dejar helado Stamford Bridge. Los de Benítez perdonaron y lo acabaron pagando. Las gradas del estadio "blue" estallaron cuando Essien batió con un cañonazo a bocajarro a Reina, pero Roberto Rosetti, con una actuación excelente, anuló el tanto por fuera de juego de Drogba, que estorbó a Reina en la jugada.
La siguiente jugada resultó decisiva en el partido y en la eliminatoria. Hyypia derribó de forma clara a Ballack dentro del área. Lampard tomó la responsabilidad y no falló. Con el marcador en contra los de Benítez comenzaron a dejar espacios, lo que aprovechó su rival en la primera oportunidad que tuvo para certificar de forma definitiva su pase a la final de Moscú. Una jugada enlazada a la perfección por los "blues" acabó significando el segundo tanto de Drogba y la sentencia de la eliminatoria.
El segundo tanto de los "Reds", conseguido en los últimos minutos del encuentro por Babel con la ayuda de Cech, hizo mantener la esperanza al "Spanish Liverpool" hasta el último suspiro.
El Liverpool de Fernando Torres y Rafa Benítez se queda a las puertas de la final de la Liga de Campeones. El Chelsea, que no fue mejor pero sí mas efectivo, será el rival del Manchester el día 21 de Mayo en Moscú.
El partido comenzó con los dos onces de gala sobre el césped, a excepción del lesionado Fabio Aurelio, y con un carrusel de imprecisiones que convirtieron los primeros minutos de partido en un toma y daca por parte de ambos conjuntos por hacerse con el dominio del balón. Entre tanto, llegó el primer destello de calidad de Gerrard, que habilitó con un preciso pase en profundidad a Torres. Cech, muy atento, acertó a despejar el disparo del delantero español. La ocasión de los visitantes sirvió para que el Chelsea pusiese más atención en defensa, hasta ese momento algo descuidada.
Rebasado el cuarto de hora de partido ambos equipos se asentaron definitivamente en el campo dando paso a un fútbol muy táctico. Fue entonces cuando los "blues" gozaron de su primera ocasión clara. Si antes fue Gerrard, ahora le tocó exhibirse a Lampard. El centrocampista local sirvió un perfecto pase a Drogba que le dejó sólo ante Reina, pero el africano cruzó demasiado.
La adelantada línea defensiva del Chelsea redujo los espacios al Liverpool y obligó a los de Benítez a buscar las bandas y la velocidad de sus delanteros como único recurso para acercarse al área de Cech. En esas estaban los visitantes cuando Kalou ganó la espalda a Arbeloa. El disparo del marfileño fue repelido por Reina, que no pudo hacer nada contra el misil lanzado por Drogba tras el rechace.
El panorama se ponía complicado para los "Reds": el marcador en contra, el rival presionando hasta la saciedad y Stamford Bridge convertido en un hervidero. Benítez tenía trabajo para el descanso. Su equipo estaba tocado y no era capaz de encontrar la forma de visitar las inmediaciones del área rival.
El Liverpool se lanza a por la igualada
Sin cambios, bajo un auténtico diluvio y con una ocasión inmejorable para el Liverpool comenzó la segunda mitad. Una jugada ensayada de los de Benítez estuvo cerca de significar el empate pero, una vez más, Cech resultó decisivo al despejar el disparo de Kuyt.
Los de Anfield, conscientes de lo que había en juego, saltaron al césped decididos a lograr el gol del empate lo antes posible mostrando un fútbol más vertical que el del primer tiempo. Mientras tanto, el Chelsea esperaba bien replegado en su zona defensiva y sin renunciar al ataque. Un disparo de Lampard desde la frontal fue atajado sin problemas por Reina, en el que fue el primer intento "blue" tras el descanso.
Tras la oleada ofensiva del Liverpool, las fuerzas se igualaron de nuevo. La posesión del balón era para los "Reds", pero la excelente colocación de los hombres de Avram Grant anulaba cualquier intento de los visitantes.
Un Torres estelar fuerza la prórroga
El partido estaba dormido, el Liverpool sin ideas y el Chelsea esperaba sentenciar a la contra, pero entonces apareció la estrella de los de Anfield: Fernando Torres. El delantero de Fuenlabrada, desaparecido durante gran parte del encuentro, supo resolver a la perfección una excelente jugada individual de Benayoun para igualar la eliminatoria.
Comenzaba entonces un nuevo partido de algo menos de treinta minutos en el que estaba en juego una plaza en la gran final de Moscú. Essien pudo poner por delante al Chelsea tras una rápida jugada individual, pero acabó estrellando el balón en el lateral de la portería de Reina. A pesar de esto, el gol de Torres asustó al Chelsea, que se mostró acogotado hasta el pitido que indicó la llegada de la prórroga.
Locura en el tiempo extra
En los primeros minutos del tiempo añadido el Liverpool gozó de dos ocasiones casi consecutivas para dejar helado Stamford Bridge. Los de Benítez perdonaron y lo acabaron pagando. Las gradas del estadio "blue" estallaron cuando Essien batió con un cañonazo a bocajarro a Reina, pero Roberto Rosetti, con una actuación excelente, anuló el tanto por fuera de juego de Drogba, que estorbó a Reina en la jugada.
La siguiente jugada resultó decisiva en el partido y en la eliminatoria. Hyypia derribó de forma clara a Ballack dentro del área. Lampard tomó la responsabilidad y no falló. Con el marcador en contra los de Benítez comenzaron a dejar espacios, lo que aprovechó su rival en la primera oportunidad que tuvo para certificar de forma definitiva su pase a la final de Moscú. Una jugada enlazada a la perfección por los "blues" acabó significando el segundo tanto de Drogba y la sentencia de la eliminatoria.
El segundo tanto de los "Reds", conseguido en los últimos minutos del encuentro por Babel con la ayuda de Cech, hizo mantener la esperanza al "Spanish Liverpool" hasta el último suspiro.
El Liverpool de Fernando Torres y Rafa Benítez se queda a las puertas de la final de la Liga de Campeones. El Chelsea, que no fue mejor pero sí mas efectivo, será el rival del Manchester el día 21 de Mayo en Moscú.
tomado de www.as.com