La selección española de Luis Aragonés entremezcló ilusión y dudas, principalmente defensivas, en su primer test previo a la Eurocopa, en el que venció en el descuento a Perú con un fútbol de toque y vertical, pero lagunas físicas y aspectos tácticos por resolver.
Luis Aragonés obtuvo las primeras conclusiones. Sus elegidos para el nuevo reto, conquistar la segunda Eurocopa de la historia de España, protagonizaron una carta de presentación entre la esperanza y el nerviosismo. Al toque habitual, sumaron mayor verticalidad y desborde por bandas para certificar el primer triunfo en la senda a la cita continental.
Los internacionales españoles estaban locos por jugar. Las horas largas de concentración. Las sesiones dobles. Los actos publicitarios. Viajes. Todo pasó al olvidó cuando pisaron el Nuevo Colombino y sintieron el calor de una afición que con nerviosismo, comienza a ilusionarse de nuevo.
Andaba Luis dando vueltas a sistemas y futbolistas. Finalmente dejó de lado el 4-1-4-1 que descubrió en una cita clave en Dinamarca y no había abandonado desde entonces, para buscar mayor pegada con dos delanteros. Perú no era un rival escogido al azar. Sus similitudes futbolísticas con Rusia, toque y contraataque, favorecían al mejor ensayo del estreno que tendrá España en la Eurocopa.
Y la batalla la ganó Villa, que respira gol por cada partido que juega con la ''roja'', y la perdió Cesc. Está llamado a ser estrella de la selección pero su presente no es el deseado. Mucho menos cuando sale de una lesión de tres semanas y Aragonés comprobó en los test realizados, que no atraviesa un buen momento físico.
No colabora que Xavi nunca falla a España. Dirigió con criterio el fútbol, se asoció con todos y fue el cerebro en los 45 minutos que estuvo sobre el campo. Es una de las notas positivas, junto a la seriedad que mostró Puyol, que deja atrás su año para olvidar en el Barcelona.
La ansiedad de comenzar, la transformó España en unos primeros minutos arrolladores. Perú no encontraba el balón. Perseguía sombras y parecía lamentar ausencias claves de jugadores como Pizarro, Farfán, Mendoza o Acasiete, castigados por una fiesta nocturna.
Fernando Torres y Villa, eléctricos pero con poca complicidad, favorecían con desmarques el fútbol veloz de la ''roja''. Aparcó por momentos las largas jugadas de toque, por un juego más vertical que provocó ocasiones para Torres (m.2), se escurrió en el mano a mano, Iniesta (m.4), que desaprovechó sólo un pase de la muerte de Villa o Xavi (m.13), que se topó con el palo tras su disparo desde la frontal que se encontró con el fallo de Butrón al intentar despejar.
Iniesta desbordaba por la derecha, compenetrándose bien con el potencial de Sergio Ramos, y Silva tenía minutos de fantasía por la izquierda. Las bandas, uno de los puntos menos fuertes, ganaban protagonismo, con Villa descolgándose siempre de la delantera pero nunca entrando en el centro del campo en el sistema que si cambia con la entrada a escena de Cesc.
España fue de más a menos y Perú comenzó a controlar más balón. Aparecieron las primeras patadas y el respeto. Ninguno quiere perderse la Eurocopa. No era el día para arriesgar y los españoles acabaron enfadados por los golpes que se llevaron.
Casillas era un espectador más, para batir un récord de Zubizarreta, y cuando acusaba España un bajón físico inventó Xavi, con un pase medido a Villa, que cruzó directo a la red. Su gol 14 en 31 partidos, prolonga su racha goleadora de final de temporada. Luis le ve como el futbolista más enchufado. Se ha ganado la titularidad.
Pudo sentenciar España, en segundos de duda de Perú, con la jugada más bonita del partido. Villa, Iniesta y Silva inventaron una triangulación perfecta que rozó el gol y dejó con la boca abierta a la afición.
En la reanudación llegaron las pruebas de Luis Aragonés, el momento de reivindicarse de Senna y Cesc, los estrenos de Rubén De la Red y Cazorla, y un tiempo de dudas que acabó pagando por un grave error defensivo.
Saltó Cesc con hambre y su primer balón acabó en disparo a la puerta rival. Aún no ha marcado con España y es un peso que está como loco por quitarse de encima. Perdonó Silva, tras un control espectacular, con un disparo blanco ante Butrón. Y rugió la grada cuando Cazorla saltó al césped, recordando viejos tiempos en el Recreativo.
Pero cuando España debía apropiarse del balón, llegó uno de esos errores graves, detalles que Aragonés llama "saber competir" y que deciden partidos. Un balón muerto sacó los colores a la defensa, la zona del campo más sometida a examen. Marchena despejó mal y el cabezazo de Rengifo cogió adelantado a Casillas. Los españoles no se lo creían.
Y eso que había avisado Perú, con un disparo de su mejor jugador, Paolo Guerrero, al que respondió seguro Casillas. España acabó tirando de orgullo para ganar sobre la hora. Butrón parecía salvar a Perú a disparos de Cazorla, Senna y De la Red, pero nada pudo hacer en el último instante. Cesc la puso desde la derecha y Capdevila chutó con el alma, para sellar un triunfo plagado de dudas.
Luis Aragonés obtuvo las primeras conclusiones. Sus elegidos para el nuevo reto, conquistar la segunda Eurocopa de la historia de España, protagonizaron una carta de presentación entre la esperanza y el nerviosismo. Al toque habitual, sumaron mayor verticalidad y desborde por bandas para certificar el primer triunfo en la senda a la cita continental.
Los internacionales españoles estaban locos por jugar. Las horas largas de concentración. Las sesiones dobles. Los actos publicitarios. Viajes. Todo pasó al olvidó cuando pisaron el Nuevo Colombino y sintieron el calor de una afición que con nerviosismo, comienza a ilusionarse de nuevo.
Andaba Luis dando vueltas a sistemas y futbolistas. Finalmente dejó de lado el 4-1-4-1 que descubrió en una cita clave en Dinamarca y no había abandonado desde entonces, para buscar mayor pegada con dos delanteros. Perú no era un rival escogido al azar. Sus similitudes futbolísticas con Rusia, toque y contraataque, favorecían al mejor ensayo del estreno que tendrá España en la Eurocopa.
Y la batalla la ganó Villa, que respira gol por cada partido que juega con la ''roja'', y la perdió Cesc. Está llamado a ser estrella de la selección pero su presente no es el deseado. Mucho menos cuando sale de una lesión de tres semanas y Aragonés comprobó en los test realizados, que no atraviesa un buen momento físico.
No colabora que Xavi nunca falla a España. Dirigió con criterio el fútbol, se asoció con todos y fue el cerebro en los 45 minutos que estuvo sobre el campo. Es una de las notas positivas, junto a la seriedad que mostró Puyol, que deja atrás su año para olvidar en el Barcelona.
La ansiedad de comenzar, la transformó España en unos primeros minutos arrolladores. Perú no encontraba el balón. Perseguía sombras y parecía lamentar ausencias claves de jugadores como Pizarro, Farfán, Mendoza o Acasiete, castigados por una fiesta nocturna.
Fernando Torres y Villa, eléctricos pero con poca complicidad, favorecían con desmarques el fútbol veloz de la ''roja''. Aparcó por momentos las largas jugadas de toque, por un juego más vertical que provocó ocasiones para Torres (m.2), se escurrió en el mano a mano, Iniesta (m.4), que desaprovechó sólo un pase de la muerte de Villa o Xavi (m.13), que se topó con el palo tras su disparo desde la frontal que se encontró con el fallo de Butrón al intentar despejar.
Iniesta desbordaba por la derecha, compenetrándose bien con el potencial de Sergio Ramos, y Silva tenía minutos de fantasía por la izquierda. Las bandas, uno de los puntos menos fuertes, ganaban protagonismo, con Villa descolgándose siempre de la delantera pero nunca entrando en el centro del campo en el sistema que si cambia con la entrada a escena de Cesc.
España fue de más a menos y Perú comenzó a controlar más balón. Aparecieron las primeras patadas y el respeto. Ninguno quiere perderse la Eurocopa. No era el día para arriesgar y los españoles acabaron enfadados por los golpes que se llevaron.
Casillas era un espectador más, para batir un récord de Zubizarreta, y cuando acusaba España un bajón físico inventó Xavi, con un pase medido a Villa, que cruzó directo a la red. Su gol 14 en 31 partidos, prolonga su racha goleadora de final de temporada. Luis le ve como el futbolista más enchufado. Se ha ganado la titularidad.
Pudo sentenciar España, en segundos de duda de Perú, con la jugada más bonita del partido. Villa, Iniesta y Silva inventaron una triangulación perfecta que rozó el gol y dejó con la boca abierta a la afición.
En la reanudación llegaron las pruebas de Luis Aragonés, el momento de reivindicarse de Senna y Cesc, los estrenos de Rubén De la Red y Cazorla, y un tiempo de dudas que acabó pagando por un grave error defensivo.
Saltó Cesc con hambre y su primer balón acabó en disparo a la puerta rival. Aún no ha marcado con España y es un peso que está como loco por quitarse de encima. Perdonó Silva, tras un control espectacular, con un disparo blanco ante Butrón. Y rugió la grada cuando Cazorla saltó al césped, recordando viejos tiempos en el Recreativo.
Pero cuando España debía apropiarse del balón, llegó uno de esos errores graves, detalles que Aragonés llama "saber competir" y que deciden partidos. Un balón muerto sacó los colores a la defensa, la zona del campo más sometida a examen. Marchena despejó mal y el cabezazo de Rengifo cogió adelantado a Casillas. Los españoles no se lo creían.
Y eso que había avisado Perú, con un disparo de su mejor jugador, Paolo Guerrero, al que respondió seguro Casillas. España acabó tirando de orgullo para ganar sobre la hora. Butrón parecía salvar a Perú a disparos de Cazorla, Senna y De la Red, pero nada pudo hacer en el último instante. Cesc la puso desde la derecha y Capdevila chutó con el alma, para sellar un triunfo plagado de dudas.
tomado de http://www.as.com/