El equipo de Núñez sumó su segunda derrota en cuatro días, la primera el domingo por goleada en la Liga argentina, y el universitario alcanzó el segundo puesto de la clasificación del grupo, detrás del Nacional uruguayo (seis puntos). Aunque la Universidad San Martin y River Plate tienen tres puntos en dos presentaciones, el conjunto peruano tiene mejor saldo goleador.
El encuentro tuvo dos partes opuestas. Los locales dominaron un lento primer tiempo, gracias sobre todo al buen trabajo de los argentinos Jose Luis Díaz y Gonzalo Ludueña, pero casi ven disminuir la renta en la segunda parte por las constantes embestidas del conjunto visitante.En el inicio, los equipos plantearon un juego a ras en el que destacó el trabajo de las defensas, que obligaron a los delanteros a optar por disparos a distancia, que no revestían mayor peligro. Pero poco a poco San Martín pareció ganar confianza, comenzó a construir, a triangular en la cercanía del área del River y a aprovechar la velocidad del punta colombiano Martín Arzuaga para crear peligro.
A los 14 minutos, un pase al centro del área del colombiano, que ya jugó en dos equipos argentinos, encontró a Pedro García, que remató cruzado y rasante para poner en apuros a Mariano Barbosa. El River trató de responder y consiguió acercarse al arco peruano, pero el buen trabajo en la zaga de Cristian Ramos, que supo paliar las continuas pérdidas de balón de su compañero Guillermo Guizasola, mantuvo a los de Zapata sin posibilidad de disparo. El encuentro comenzó a bajar el ritmo, internándose en terrenos apáticos y ríspidos.
Apareció entonces la conexión argentina de San Martín, Díaz y Ludueña, que se aliaron al colombiano Arzuaga para devolverle emoción al partido a base de oportunidades para el equipo local. River siguió en pos de la meta de Leao Butrón, pero, en el 34, la picardía y velocidad de Arzuaga, que recogió una bola perdida al borde del área rival, desembocó en un penalti dudoso, muy protestado por los argentinos. Fue García el encargado de cambiarlo por gol con una ejecución al vértice superior izquierdo.
El gol encendió los fusibles al River, que reaccionó insuflando velocidad a la bola. Surgieron varias oportunidades de gol mientras el San Martín sufría hasta el último minuto del primer tiempo. El segundo tiempo el River salió a por la igualada y el San Martín a esperar y contraatacar. River comenzó asustando pero a los 55 minutos Ludueña, quien juega como cedido por el River Plate, señaló el segundo. García centró desde el fondo de la banda izquierda, Arzuaga la dejó pasar, y Ludueña, desde fuera del área y con un acrobático disparo, clavó la pelota en el interior del arco de Barbosa.
River no desesperó y continuó teniendo varias oportunidades claras de gol, hasta que en el 68, un tiro libre ejecutado por Mauro Rosales fue aprovechado por el colombiano Radamel Falcao, que de cabeza logró el descuento. Aunque San Martín trataba de tranquilizar un encuentro que había entrado en una dinámica de juego rápido y eléctrico que beneficiaba a su rival, los peruanos eran incapaces de pasar un centro del campo dominado por los de Buenos Aires. Era evidente la diferencia de físicos: San Martín trataba de sacar jugada la pelota, pero eran los de River los que estuvieron más cerca del gol en un final de encuentro que no dejó un segundo para el respiro.
El encuentro tuvo dos partes opuestas. Los locales dominaron un lento primer tiempo, gracias sobre todo al buen trabajo de los argentinos Jose Luis Díaz y Gonzalo Ludueña, pero casi ven disminuir la renta en la segunda parte por las constantes embestidas del conjunto visitante.En el inicio, los equipos plantearon un juego a ras en el que destacó el trabajo de las defensas, que obligaron a los delanteros a optar por disparos a distancia, que no revestían mayor peligro. Pero poco a poco San Martín pareció ganar confianza, comenzó a construir, a triangular en la cercanía del área del River y a aprovechar la velocidad del punta colombiano Martín Arzuaga para crear peligro.
A los 14 minutos, un pase al centro del área del colombiano, que ya jugó en dos equipos argentinos, encontró a Pedro García, que remató cruzado y rasante para poner en apuros a Mariano Barbosa. El River trató de responder y consiguió acercarse al arco peruano, pero el buen trabajo en la zaga de Cristian Ramos, que supo paliar las continuas pérdidas de balón de su compañero Guillermo Guizasola, mantuvo a los de Zapata sin posibilidad de disparo. El encuentro comenzó a bajar el ritmo, internándose en terrenos apáticos y ríspidos.
Apareció entonces la conexión argentina de San Martín, Díaz y Ludueña, que se aliaron al colombiano Arzuaga para devolverle emoción al partido a base de oportunidades para el equipo local. River siguió en pos de la meta de Leao Butrón, pero, en el 34, la picardía y velocidad de Arzuaga, que recogió una bola perdida al borde del área rival, desembocó en un penalti dudoso, muy protestado por los argentinos. Fue García el encargado de cambiarlo por gol con una ejecución al vértice superior izquierdo.
El gol encendió los fusibles al River, que reaccionó insuflando velocidad a la bola. Surgieron varias oportunidades de gol mientras el San Martín sufría hasta el último minuto del primer tiempo. El segundo tiempo el River salió a por la igualada y el San Martín a esperar y contraatacar. River comenzó asustando pero a los 55 minutos Ludueña, quien juega como cedido por el River Plate, señaló el segundo. García centró desde el fondo de la banda izquierda, Arzuaga la dejó pasar, y Ludueña, desde fuera del área y con un acrobático disparo, clavó la pelota en el interior del arco de Barbosa.
River no desesperó y continuó teniendo varias oportunidades claras de gol, hasta que en el 68, un tiro libre ejecutado por Mauro Rosales fue aprovechado por el colombiano Radamel Falcao, que de cabeza logró el descuento. Aunque San Martín trataba de tranquilizar un encuentro que había entrado en una dinámica de juego rápido y eléctrico que beneficiaba a su rival, los peruanos eran incapaces de pasar un centro del campo dominado por los de Buenos Aires. Era evidente la diferencia de físicos: San Martín trataba de sacar jugada la pelota, pero eran los de River los que estuvieron más cerca del gol en un final de encuentro que no dejó un segundo para el respiro.
tomado de http://www.as.com/
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