Por mucho que Frank Rijkaard afirmara que el Barcelona no pensaba en el vital encuentro del próximo martes ante el Manchester United en la vuelta de las semifinales de la Champions, el once que presentó en el estadio coruñés, con sólo tres titulares del partido del pasado miércoles, decía todo lo contrario.
El conjunto catalán, que dio prioridad absoluta a la máxima competición continental, salió al césped de Riazor con un equipo plagado de suplentes en el que debutó como azulgrana el portero José Manuel Pinto, la gran sorpresa de la alineación. El cancerbero andaluz no tuvo que utilizar sus guantes hasta bien entrado el partido, en el que el Barcelona impuso su ritmo en el centro del campo con muchas dificultades para encontrar huecos en la poblada línea de contención del Deportivo.
Pese a su dominio en el primer cuarto de hora de partido, los barceloneses sólo inquietaron a los coruñeses con los lanzamientos lejanos de Zambrotta y con una asistencia de veinte metros de Bojan Krkic que Gudjohnsen envió por encima de la portería de Dudu Aouate. Aunque el Barcelona tuvo la posesión, las ocasiones más claras del partido fueron para el Deportivo, que avisó al contragolpe con un lanzamiento cruzado de Angel Lafita y pudo adelantarse con una doble ocasión de Xisco, que remató al larguero, y Juan Rodríguez, que, solo a un metro de la portería, envió el balón fuera.
El Deportivo volvió a la carga en la reanudación, fue incapaz de resolver con acierto su primera oportunidad, pero no falló en la segunda, una combinación en la banda derecha de Manuel Pablo y Lafita, que asistió atrás para que Juan Rodríguez se recompusiera de su error en el primer periodo y adelantara a los coruñeses. Con el marcador a favor, los blanquiazules se preocuparon por tener el balón en sus pies para evitar una posible reacción del Barcelona, que no consiguió despertar hasta que Rijkaard introdujo en el terreno de juego al portugués Deco.
El Deportivo perdió el control del partido, pero mantuvo el tipo en defensa y en ataque y siguió incomodando a los azulgrana con las subidas del brasileño Filipe Luis y las aproximaciones de Lafita. El ritmo del juego bajó a medida que los coruñeses fueron capaces de retener el balón en sus pies, siempre en campo rival, donde el Barcelona esperaba un error para intentar sorprenderles, pero fueron los blanquiazules, tras una falta, los que sentenciaron el encuentro tras un remate de cabeza de Pablo Amo en el segundo palo.
El conjunto catalán, que dio prioridad absoluta a la máxima competición continental, salió al césped de Riazor con un equipo plagado de suplentes en el que debutó como azulgrana el portero José Manuel Pinto, la gran sorpresa de la alineación. El cancerbero andaluz no tuvo que utilizar sus guantes hasta bien entrado el partido, en el que el Barcelona impuso su ritmo en el centro del campo con muchas dificultades para encontrar huecos en la poblada línea de contención del Deportivo.
Pese a su dominio en el primer cuarto de hora de partido, los barceloneses sólo inquietaron a los coruñeses con los lanzamientos lejanos de Zambrotta y con una asistencia de veinte metros de Bojan Krkic que Gudjohnsen envió por encima de la portería de Dudu Aouate. Aunque el Barcelona tuvo la posesión, las ocasiones más claras del partido fueron para el Deportivo, que avisó al contragolpe con un lanzamiento cruzado de Angel Lafita y pudo adelantarse con una doble ocasión de Xisco, que remató al larguero, y Juan Rodríguez, que, solo a un metro de la portería, envió el balón fuera.
El Deportivo volvió a la carga en la reanudación, fue incapaz de resolver con acierto su primera oportunidad, pero no falló en la segunda, una combinación en la banda derecha de Manuel Pablo y Lafita, que asistió atrás para que Juan Rodríguez se recompusiera de su error en el primer periodo y adelantara a los coruñeses. Con el marcador a favor, los blanquiazules se preocuparon por tener el balón en sus pies para evitar una posible reacción del Barcelona, que no consiguió despertar hasta que Rijkaard introdujo en el terreno de juego al portugués Deco.
El Deportivo perdió el control del partido, pero mantuvo el tipo en defensa y en ataque y siguió incomodando a los azulgrana con las subidas del brasileño Filipe Luis y las aproximaciones de Lafita. El ritmo del juego bajó a medida que los coruñeses fueron capaces de retener el balón en sus pies, siempre en campo rival, donde el Barcelona esperaba un error para intentar sorprenderles, pero fueron los blanquiazules, tras una falta, los que sentenciaron el encuentro tras un remate de cabeza de Pablo Amo en el segundo palo.
tomado de www.as.com
1 comentario:
El madrid cada vez mas cerca de la copa
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