El tanto de Kuyt quedó anulado al final con el de Riise en propia meta. Torres lo intentó, pero Cech lo evitó. El desenlace, el miércoles en Stamford Bridge
Lo que echamos de menos anoche en el Liverpool-Chelsea fue al Arsenal. Toda la emoción y la intensidad que se vivió en Anfield hace sólo catorce días con la visita de los chicos de Wenger se cambió por un partido táctico. En apenas dos semanas hemos pasado de ver a dos equipos dar espectáculo sólo con movilidad y derroche a todo lo contrario.
La culpa es más del Chelsea que del Liverpool, pero es cierto que a Benítez tampoco hace falta que le provoquen para que tire de pizarra. No hay que reprochárselo. Este partido empezó anoche, pero no terminará hasta el próximo miércoles. Es un partido de 180 minutos y hay que hacer cálculos. ¿Si no los hago yo, le pido a Carragher que los haga él? debe pensar Rafa. Y tiene razón. Porque la presente es la tercera semifinal de la Champions entre ambos equipos y en las dos ocasiones anteriores todo estuvo muy justo. Demasiado. Tanto que con sólo tres goles en cuatro partidos se decidieron los pases. Y si ambos se los llevó el Liverpool fue gracias a las cuentas de Rafa Benítez, un entrenador que no regala partidos.
Esta eliminatoria lleva el mismo camino. Máxima igualdad. Si el Chelsea fue capaz de evitar la derrota en el último minuto gracias a la jugada desgraciada de Riise, que marcó en propia puerta, también el Liverpool puede ganar en Stamford Bridge. Pero ojo que no es moco de pavo. Porque el Chelsea sigue siendo el mismo bloque que intimidó con Mourinho. En realidad lo único que ha cambiado en el equipo son las ruedas de Prensa, que sin el portugués son más tranquilas.
La culpa es más del Chelsea que del Liverpool, pero es cierto que a Benítez tampoco hace falta que le provoquen para que tire de pizarra. No hay que reprochárselo. Este partido empezó anoche, pero no terminará hasta el próximo miércoles. Es un partido de 180 minutos y hay que hacer cálculos. ¿Si no los hago yo, le pido a Carragher que los haga él? debe pensar Rafa. Y tiene razón. Porque la presente es la tercera semifinal de la Champions entre ambos equipos y en las dos ocasiones anteriores todo estuvo muy justo. Demasiado. Tanto que con sólo tres goles en cuatro partidos se decidieron los pases. Y si ambos se los llevó el Liverpool fue gracias a las cuentas de Rafa Benítez, un entrenador que no regala partidos.
Esta eliminatoria lleva el mismo camino. Máxima igualdad. Si el Chelsea fue capaz de evitar la derrota en el último minuto gracias a la jugada desgraciada de Riise, que marcó en propia puerta, también el Liverpool puede ganar en Stamford Bridge. Pero ojo que no es moco de pavo. Porque el Chelsea sigue siendo el mismo bloque que intimidó con Mourinho. En realidad lo único que ha cambiado en el equipo son las ruedas de Prensa, que sin el portugués son más tranquilas.
Presión.
El gol de Kuyt con el que se adelantó el Liverpool llegó muy al final de la primera parte, un período de tanteo. Poco fútbol y mucho miedo. Torres sólo dispuso de una ocasión. Gerrard le dejó un balón magnífico en el área, pero al Niño le sobró un toque en el control. Justo fue lo que aprovechó Cech para despejar el remate.
Carvalho y Terry sujetaron bien anoche al delantero español, que además recibió golpes, patadas y hasta una colleja del central portugués. Lo notorio es que ni se quejó ni hizo aspavientos. En Liverpool no sólo va a aprender inglés...
La segunda parte se debería parecer a lo que imaginamos que será el partido de vuelta. Con el golito de Kuyt el Liverpool se encontró cómodo para jugar a la contra. Y fue lo que hizo. Le dio al Chelsea el balón y el campo. Y permitió que el rival llegara mucho y bien a los dominios de Reina, que si hubiera tenido pelo en la cabeza lo hubiera perdido por los sustos que se llevó en esa segunda mitad.
Si el Chelsea no marcó fue porque estaba sin puntería. Pero la que le faltó a Drogba la puso Riise. Para su propia desgracia goleó en propia puerta a Reina en el último lance del partido, cuando ya no había en la calle coches en doble fila. Y con ese golito caído del cielo el Chelsea se encontrará el miércoles tan a gustito como el Liverpool en la segunda parte de anoche... hasta el remate de Riise que vino precedido de dos paradones de Cech, uno a tiro de Gerrard y otro a remate de Torres. El desenlace, el miércoles próximo en alta definición, por Canal+.
El crack
Cech Con dos paradones, a Torres y Gerrard, salvó de la derrota a su equipo en la recta final del partido.
¡Vaya día!
Riise Trató de despejar en plancha en el área pequeña, lance que acabó en gol en propia puerta.
El dandy
Xabi Alonso Hizo un gran trabajo en el centro, pero destacó aún más por sus pases largos a Torres y Kuyt.
El duro
Carvalho Dio muchas patadas, sobre todo a Torres, y no contento con eso también repartió dos codazos.
tomado de http://www.as.com/
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