Sorprendente ganador de la UEFA la pasada temporada, el Zenit ha demostrado que los posibles temores que pueda albergar el Real Madrid o el Juventus, sus rivales en la fase de grupos, no son infundados. El campeón ruso no es un equipo menor con fortuna, es un conjunto con calidad que cada vez se siente más potente y ha perdido el respeto a la aristocracia europea.
Lo hizo en la UEFA con el Bayern, al que goleó en la semifinal (4-0), y hoy zarandeó sin complejos al Manchester, al que metió en su frenético ritmo de juego. Su técnico, el holandés Dick Advocaat, se permitió el lujo, incluso, de dejar en el banquillo a su estrella, Andrei Arshavin, para mostrar al mundo al portugués Danny, por quien ha pagado 30 millones de euros.
El Zenit no dio tregua al Manchester en toda una primera mitad en la que fue mejor, creó más ocasiones y terminó por marcar instantes antes del descanso, en un saque de esquina lanzado por el argentino Alejandro Domínguez, peinada hacia atrás por Igor Denisov y que introdujo en la meta Pavel Pogrebnyak.
El tanto premió, además, la labor del goleador ruso, máximo artillero de la pasada UEFA, que fue un incordio constante en el área inglesa. El Manchester, mientras, no dejó más que la constatación de que, en ausencia de Cristiano Ronaldo, Carlos Tevez es su jugador más importante. El equipo de Alex Ferguson vivió en ataque de la movilidad del "Apache" y pudo incluso adelantarse en el marcador, si Wayne Rooney no hubiese desaprovechado una gran internada por la banda del atacante argentino, enviando el balón contra el cuerpo del meta Vyacheslav Malafeev (m.35).
Tras el descanso, salió Arshavin, pero no fue éste el jugador decisivo del equipo ruso, sino el portugués Danny, que amplió la ventaja de su equipo en una bella acción individual, en el minuto 59. El Manchester, que tardó una hora en enterarse de dónde estaba, despertó con la entrada al campo del irlandés John O''Shea y del coreano Park. Con eso, y con el incansable trabajo de Tevez. Del internacional argentino salió el pase dentro del área que convirtió el central serbio Nemanja Vidic en gol y, con él, llegó la esperada reacción del equipo de Alex Ferguson.
Reaccionó el Manchester y se equivocó el Zenit, que se echó atrás en busca de un contragolpe ganador, que pudo llegar en una jugada entre Danny y Arshavin, pero que también quedó expuesto al empate. No llegó, porque el equipo de Alex Ferguson no encontró más forma de marcar que con la mano de Scholes, que se ganó la segunda amarilla, y el Zenit logró la Supercopa, la primera para un conjunto ruso, la que le corona como la gran alternativa del fútbol europeo.
Lo hizo en la UEFA con el Bayern, al que goleó en la semifinal (4-0), y hoy zarandeó sin complejos al Manchester, al que metió en su frenético ritmo de juego. Su técnico, el holandés Dick Advocaat, se permitió el lujo, incluso, de dejar en el banquillo a su estrella, Andrei Arshavin, para mostrar al mundo al portugués Danny, por quien ha pagado 30 millones de euros.
El Zenit no dio tregua al Manchester en toda una primera mitad en la que fue mejor, creó más ocasiones y terminó por marcar instantes antes del descanso, en un saque de esquina lanzado por el argentino Alejandro Domínguez, peinada hacia atrás por Igor Denisov y que introdujo en la meta Pavel Pogrebnyak.
El tanto premió, además, la labor del goleador ruso, máximo artillero de la pasada UEFA, que fue un incordio constante en el área inglesa. El Manchester, mientras, no dejó más que la constatación de que, en ausencia de Cristiano Ronaldo, Carlos Tevez es su jugador más importante. El equipo de Alex Ferguson vivió en ataque de la movilidad del "Apache" y pudo incluso adelantarse en el marcador, si Wayne Rooney no hubiese desaprovechado una gran internada por la banda del atacante argentino, enviando el balón contra el cuerpo del meta Vyacheslav Malafeev (m.35).
Tras el descanso, salió Arshavin, pero no fue éste el jugador decisivo del equipo ruso, sino el portugués Danny, que amplió la ventaja de su equipo en una bella acción individual, en el minuto 59. El Manchester, que tardó una hora en enterarse de dónde estaba, despertó con la entrada al campo del irlandés John O''Shea y del coreano Park. Con eso, y con el incansable trabajo de Tevez. Del internacional argentino salió el pase dentro del área que convirtió el central serbio Nemanja Vidic en gol y, con él, llegó la esperada reacción del equipo de Alex Ferguson.
Reaccionó el Manchester y se equivocó el Zenit, que se echó atrás en busca de un contragolpe ganador, que pudo llegar en una jugada entre Danny y Arshavin, pero que también quedó expuesto al empate. No llegó, porque el equipo de Alex Ferguson no encontró más forma de marcar que con la mano de Scholes, que se ganó la segunda amarilla, y el Zenit logró la Supercopa, la primera para un conjunto ruso, la que le corona como la gran alternativa del fútbol europeo.
tomado de http://www.as.com/
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