Dará igual que Alemania llegue metida en una espiral de despropósitos, que Schweinstaiger tuviera que cumplir un partido de sanción por dar un manotazo a un croata, que Podolski tenga un gemelo tocado, que Mario Gómez entrara en una depresión profunda tras fallar un gol cantado ante Austria o que Low no vaya a poder sentarse en el banquillo (ni comunicarse con él por teléfono). Alemania siempre es Alemania, el equipo que siempre juega mal (o al menos en esta Eurocopa) y gana. Un muro ante el que chocará Cristiano Ronaldo y compañía.
Nadie ha realizado un fútbol tan vistoso en la Eurocopa como los portugueses. Un equipo que abre el campo con extremos auténticos (Cristiano y Simao) con dos diamantes como lanzaderas, Deco y Moutinho, otra de las grandes revelaciones, y con una defensa en la que Pepe se confirma, partido tras partido, como el central del futuro.
Las estrellas.
Cristiano Ronaldo es a Portugal lo que Ballack a Alemania. Dos capos que están hartos de verse las caras en la Premier y en la Champions (ambas cayeron del lado del portugués). Ninguno de los dos ha defraudado hasta ahora. Ballack logró un golazo desde fuera del área que puso a Alemania en cuartos. Cristiano ha asistido y ha marcado, y cuando lo hizo ni siquiera lo celebró. Demasiado poco para él, necesitado de grandes hazañas (marcar en finales o partidos con eliminatoria) para subir el umbral de su adrenalina y el de los fotógrafos.
Que Portugal generará ocasiones es algo que parece claro con tanto dinamismo en la parte de arriba. Pero si hay algo de lo que adolece el equipo de Scolari es de un delantero de garantías. Sigue confiando en Nuno Gomes, más por su liderazgo que por su puntería, y aún se reserva el técnico la baza del Plan B, con Ronaldo en punta y Nani ocupando la banda. Un problema, el del ariete, que no existe para Löw. Klose ha marcado 27 goles durante la temporada en el Bayern y Podolski, defenestrado por Hitzfeld, ya lleva tres en la Eurocopa.
El partido también tiene alicientes históricos. La victoria de Portugal (3-0) en la fase de grupos de 2000 dejó a los alemanes fuera de la Eurocopa. Y ambos equipos se jugaron el tercer y cuarto puesto en el Mundial de 2006 (ganó Alemania).
Ballack y Frings declaran la 'guerra a las esposas'
Ballack, como líder, y Frings, como su escudero, han prohibido a sus novias que se acerquen por la concentración alemana y, de paso, también han declarado la guerra a las esposas de sus compañeros. Dos días después de la derrota ante Croacia, Michael montó una reunión de la plantilla, en la que no estaban presentes Löw ni ningún otro componente del staff técnico, y les reclamó que se olvidaran de sus mujeres y amigos, que se centraran solamente en el fútbol durante el tiempo que le quede a Alemania en el torneo. La chispa que incendió al medio del Bayern fue la visita de la novia de Schweinsteiger, la cotizadísima modelo Sarah Brandner, que inundó de paparazzi el cuartel general alemán en la localidad suiza de Ascona horas después de derrotar a Polonia. En el siguiente partido, Scheweinsteiger era expulsado y Alemania, derrotada. Y Brandner igual no vuelve por allí.
tomado de www.as.com
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