Con este resultado el conjunto azulgrana ha quedado a un triunfo del campeonato mientras que Tigre, con mínimas posibilidades, volverá a jugar sólo si los boquenses ganan o empatan ante San Lorenzo el próximo sábado, ya que de lo contrario éste último será el campeón de manera anticipada. Los goles de Pablo Barrientos y Gonzalo Bergessio en el primer tiempo sacudieron a Tigre, que para mantener su sueño de ganar el primer título de su historia ya no depende de sí mismo. El tanto del equipo de la zona norte del Gran Buenos Aires lo anotó Leandro Lazzaro a falta de 15 minutos del final.
La formación "santa" evitó que Tigre tuviera tiempo y espacio para controlar el partido, avisó en el primer cuarto de hora con dos llegadas netas de Solari y Barrientos que estaba dispuesta a liquidar el asunto rápidamente y a los 20 minutos ganaba por 0-2. Como un extremo de los de antes, "El indiecito" Solari eludió a su marcador sobre la izquierda, lanzó un centro cerrado, el portero Islas rechazó corto y Barrientos, con un toque suave, abrió el marcador a los 18.
Dos minutos más tarde Barrientos envió otro centro, esta vez desde la derecha, y anticipándose a la salida del zaguero Paparatto, disparó con violencia y anotó el segundo ante un Tigre abrumado, que en muy pocas ocasiones pudo salir de su campo. San Lorenzo estaba cebado, dominaba todo, su juego vertical hacía estragos en la defensa del equipo que dirige Diego Cagna y Solari, punzante desde la izquierda, volvió a eludir a un rival a los 26 y a asistir en este caso al central Bianchi Arce, cuyo cabezazo dio en el larguero.
La consigna azulgrana era jugar en campo contrario, y su permanente recuperación del balón en la zona central apagó casi totalmente a Tigre, que no alcanzaba a hilvanar tres pases consecutivos. En ese contexto, el meta Islas derribó en su área a Bergessio a los 38 minutos, pero el árbitro, lejos de la jugada, hizo la vista gorda y no pitó el penalti. Tigre estaba desorientado y cortado al medio, porque cuando intentó reaccionar sólo lograba hacerlo con uno o dos jugadores ante una defensa veloz para volver a su posición.
Tras la demostración de Tigre en el primer tramo de la segunda parte de que mantenía algunos signos vitales, Hirsig sustituyó a Solari, agotado, y San Lorenzo intentó recuperar la iniciativa, aunque careció de la precisión con la que había logrado ponerse en ventaja. Se trabó el partido, la lucha superó al juego y de esa situación Tigre pareció el más apto para conseguir un rédito, lo cual se produjo a los 75 minutos con el gol de cabeza marcado por Lazzaro frente a una defensa estática.
Los últimos minutos fueron de tensión. El meta islas, de Tigre, fue expulsado en los minutos finales por una agresión a Barrientos, y el equipo se quedó sin posibilidades de luchar por algo más. Esta expulsión y la suspensión de Castaño por acumulación de tarjetas amarillas lo debilitaron definitivamente para lo que queda por delante.
La formación "santa" evitó que Tigre tuviera tiempo y espacio para controlar el partido, avisó en el primer cuarto de hora con dos llegadas netas de Solari y Barrientos que estaba dispuesta a liquidar el asunto rápidamente y a los 20 minutos ganaba por 0-2. Como un extremo de los de antes, "El indiecito" Solari eludió a su marcador sobre la izquierda, lanzó un centro cerrado, el portero Islas rechazó corto y Barrientos, con un toque suave, abrió el marcador a los 18.
Dos minutos más tarde Barrientos envió otro centro, esta vez desde la derecha, y anticipándose a la salida del zaguero Paparatto, disparó con violencia y anotó el segundo ante un Tigre abrumado, que en muy pocas ocasiones pudo salir de su campo. San Lorenzo estaba cebado, dominaba todo, su juego vertical hacía estragos en la defensa del equipo que dirige Diego Cagna y Solari, punzante desde la izquierda, volvió a eludir a un rival a los 26 y a asistir en este caso al central Bianchi Arce, cuyo cabezazo dio en el larguero.
La consigna azulgrana era jugar en campo contrario, y su permanente recuperación del balón en la zona central apagó casi totalmente a Tigre, que no alcanzaba a hilvanar tres pases consecutivos. En ese contexto, el meta Islas derribó en su área a Bergessio a los 38 minutos, pero el árbitro, lejos de la jugada, hizo la vista gorda y no pitó el penalti. Tigre estaba desorientado y cortado al medio, porque cuando intentó reaccionar sólo lograba hacerlo con uno o dos jugadores ante una defensa veloz para volver a su posición.
Tras la demostración de Tigre en el primer tramo de la segunda parte de que mantenía algunos signos vitales, Hirsig sustituyó a Solari, agotado, y San Lorenzo intentó recuperar la iniciativa, aunque careció de la precisión con la que había logrado ponerse en ventaja. Se trabó el partido, la lucha superó al juego y de esa situación Tigre pareció el más apto para conseguir un rédito, lo cual se produjo a los 75 minutos con el gol de cabeza marcado por Lazzaro frente a una defensa estática.
Los últimos minutos fueron de tensión. El meta islas, de Tigre, fue expulsado en los minutos finales por una agresión a Barrientos, y el equipo se quedó sin posibilidades de luchar por algo más. Esta expulsión y la suspensión de Castaño por acumulación de tarjetas amarillas lo debilitaron definitivamente para lo que queda por delante.
tomado de http://www.as.com/
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